Ya van 5 meses que no te escribo...tengo muchas cosas que contarte...mmm por donde empiezo? mmm empecemos por mis estudios ...me ha ido bien, estoy a punto de salir de la Universidad pese a que me da un poco de temor por la nueva etapa que viviré pienso que me servirá, ya sabes de mi "inseguridad pasajera" ...además día a día le doy cueltas a la idea de estudiar historia del arte lo que me empuja a concretar ciertas cosas pendientes...
Sigo pintando, descubrí que el azul es mi color y que trabajar sin guantes la pintura para texturas ...mancha las uñas de una manera increíble... pero se siente bien, cuando voy en la micro o en el metro me miro las manos y siento satisfacción al verlas manchadas con lo que más amo...la pintura ...pero no te preocupes !!! porque uso una crema super milagrosa que me deja las manos como seda...ya sabes de mi fijación por las manos de las personas =)
Tengo una mala noticia ...vendieron la galería...cada integrante del colectivo tomó su rumbo...la semana pasada envié un mail a todos y acordamos juntarnos el viernes que viene, haremos un asado ...soy la encargada de llevar el vino...
Tengo una excelente noticia !!!! tengo dos nuevas primas jaja una se llama Noelia ..esa es morena, ojos grandes y negros y la otra se llama Gabriela ...blanquita y de ojos azules como los de mi abuelo...yyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy lo mejor viene aquí!!!!! soy tia !! que te parece ? se llama Emilia ...todo me lleva a pensar que será como nosotros ..mmm es tranquila , observadora ,risueña, le encantan los colores y ya Andrés le pasa instrumentos musicales para que detecte el sonido...y...con Andrés no tenemos tanto contacto , supongo que poco a poco irá cambiando la situación... ...Con Teresa corté todo contacto, supongo que cada acto de ella después que te fuiste ...fue sólo por colapso...aún no entiendo por qué no quiso que fuera a despedirte ...pero perdonar es un acto divino y esperanzador..asi que algún día nos sentaremos y hablaremos..todo tiene su explicación.
...Mi corazón está tranquilo..ya conoces de una pena profunda ...tuve una desilusión más ...pero no sufrí tanto,no estaba enamorada y de una u otra forma estaba preparada..aún me llama pero yo... no- lo -pesco!
Estuve en Pto Varas y Pto Montt bueno en hartas partes del sur ..pero esos eran mis cuarteles...Hice amigos increíbles ! Jose!!! el rojo Jose...me enseñó que la vida es una sola y por lo mismo hay que disfrutarla al máximo...Dios nos regala cada día ...Jose es como mi hermano, ya nos conocemos hace un año o más y es mi mejor amigo...nos separan muchos kilometros pero tratamos de mantener contacto siempre...es choro, a veces medio flaite,pragmático y sencillo...es mi hermano...
Bueno...eso es lo que te quería contar...y ahora viene lo poco transcendental...me compré un libro del renacimiento pictórico y otro de educación trata sobre los niños olvidados en la sociedad...es un análisis más sociológico que me encanta !Andrés me regaló una crema que se supone ...es para mantener los rizos más definidos y brillantes, hoy hice un pie y quedó bakan! aprendí otra técnica para hacer merengue, no he cambiado el perfume porque refuerza mi carácter ...dulce... según muchos...hoy estuve con mis tios , la Noelia Y Josué ...ah!!!! me compré una paleta nueva ...es de alerce así que no tendré problemas para las mezclas !
Eso es ...y...ahora que no estás aquí ...me siento más fuerte ...probablemente es por la constante sobreprotección que tenías conmigo...Andrés...crecí de golpe ...lo peor se vino todo junto...por un momento pensé que ya no podía más ...hasta que un día me levanté y decidí seguir luchando ...amar la pena es un suicidio...
Me cuidaré no te preocupes ...mmm se me fueron varias cosas...pero te escribiré otro día porque ahora estoy un poco cansada ...te mando un abrazo enorrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrme ...estoy trabajando un cuadro para tí...
te quiere...por siempre ...
Natalia
pd: Y voy a estudiar historia del arte ...lo prometo!!!
jueves, 1 de abril de 2010
lunes, 26 de octubre de 2009
mi amigo y sus creencias...
Cuando me dijiste que el mundo sería más felíz si todos fueran como yo te aseguro que ser yo es complejo...
te asustaría pasar por las rejillas de la calle, te encantaría pintar y no mostrar nunca tus creaciones, te molestaría el cinismo, tendrías la emoción a flor de piel...pero pese a todo serías fuerte, serías sumamente perceptivo y eso de una u otra forma puede ...atormentarte ,andarías siempre con una sonrisa pensarías que la pedagogía y el amor hacia la tarea de educar es la base para cambiar este mundo...te daría alergia la piña y odiarías el sushi , amararías los mariscos y el pie de limón...creerías que ya la ilusión está de vuelta y que tu corazón que un tiempo estuvo profundamente triste ya está sanado,serías creativo, te encantarían las mariposas porque reflejan el cambio y la lusión, pasarías horas pensando en que los colores producen un estado emocional...pero por sobre todo amigo mío ...pasarías soñando ...
...por ahora...es mejor que sólo exista yo...
te asustaría pasar por las rejillas de la calle, te encantaría pintar y no mostrar nunca tus creaciones, te molestaría el cinismo, tendrías la emoción a flor de piel...pero pese a todo serías fuerte, serías sumamente perceptivo y eso de una u otra forma puede ...atormentarte ,andarías siempre con una sonrisa pensarías que la pedagogía y el amor hacia la tarea de educar es la base para cambiar este mundo...te daría alergia la piña y odiarías el sushi , amararías los mariscos y el pie de limón...creerías que ya la ilusión está de vuelta y que tu corazón que un tiempo estuvo profundamente triste ya está sanado,serías creativo, te encantarían las mariposas porque reflejan el cambio y la lusión, pasarías horas pensando en que los colores producen un estado emocional...pero por sobre todo amigo mío ...pasarías soñando ...
...por ahora...es mejor que sólo exista yo...
sueños...
Orfeo es uno de los héroes griegos más conocidos, músico, poeta, filósofo, amante y protagonista de diferentes historias que han pasado de boca en boca desde los Días Antiguos hasta la actualidad, a través de los siglos y los siglos.
Aunque hay quien le da la paternidad a Eagro, rey de Tracia, muchos otros coinciden en que era hijo del mismo Apolo, fruto de una de sus aventuras con la musa Calíope. Esto explicaría sus tendencias artísticas desde la infancia, y su asociación Arpista, imagen de Mhuir con el sol, símbolo de su padre. También se cuenta que fue éste quien le regaló su primera lira, instrumento musical de siete cuerdas a las que Orfeo añadió dos más para que fueran nueve, como las musas.
Cuentan que cuando Orfeo tocaba no sólo los hombres, animales y dioses se quedaban embelesados escuchándole, sino que incluso la Madre Naturaleza detenía su fluir para disfrutar de sus notas, y que así, los ríos, plantas y hasta las rocas escuchaban a Orfeo y sentían la música en su interior, animando su esencia. Más de una vez este mágico don le ayudó en sus viajes, como cuando acompañó a los Argonautas y su canto pudo liberarles de las Sirenas, o pudo dormir al dragón guardián del vellocino de oro. Pero eso es otra historia y debe ser contada en otra ocasión...
Además de músico y poeta, Orfeo fue un viajero ansioso por conocer, por aprender... estuvo en Egipto y aprendió de sus sacerdotes los cultos a Isis y Osiris, y se empapó de distintas creencias y tradiciones. Fue un sabio de su tiempo.Con tantas cualidades, no era de extrañar que las mujeres le admiraran y que tuviera no pocas pretendientes. Eran muchas las que soñaban con yacer junto a él y ser despertadas con una dulce Ninfas danzando bajo la luna... melodía de su lira al amanecer. Muchas que querían compartir su sabiduría, su curiosidad, su vitalidad.
Pero sólo una de ellas llamó la atención de nuestro héroe, y no fue otra que Eurídice, quien seguramente no era tan atrevida como otras y puede que tampoco tan hermosa... pero el amor es así, caprichoso e inesperado, y desde que la vio, la imagen de su tierna sonrisa, de su mirada brillante y transparente, se repetían en la mente de Orfeo, que no dudó en casarse con ella. Zeus, reconociendo el valor que había demostrado en muchas de sus aventuras, le otorgó la mano de su ninfa, y vivieron juntos muy felices, disfrutando de un amor que se dice que fue único, tierno y apasionado como ninguno.
Pero no hay felicidad eterna, pues si la hubiera, acabaríamos olvidando la tristeza, y la felicidad perdería su sentido... y también en esta ocasión sobrevino la tragedia.
Quiso el destino que el pastor Aristeo quedara también prendado de Eurídice, y que un día en que ésta paseaba por sus campos, el pastor olvidara todo respeto atacándola para hacerla suya. Nuestra ninfa corrió para escaparse, con tan mala fortuna que en la carrera una serpiente venenosa mordió su pie, inoculándole el veneno y haciendo que cayera muerta sobre la hierba.
No hubo lágrimas suficientes para consolar el dolor de Orfeo, y una noche de las muchas que pasó en vela llorando a su amada, decidió que si hacía falta, descendería él mismo a los infiernos de Hades para reclamar a Eurídice. Fue un viaje duro, tuvo que enfrentarse al guardián de las puertas de los Infiernos, Kancerbero, quien a punto estuvo de atacar pero que finalmente respondió a la música de Orfeo como otros tantos animales habían hecho anteriormente. Así fue como nuestro músico se internó en el submundo, sin cesar de tocar y de cantar su tristeza.
Cuentan que el mismo Hades se detuvo a escucharle, que las torturas se interrumpieron, que todos encontraron un momento de paz en la visita de Orfeo. Sísifo, condenado a subir una piedra hasta la cumbre de la montaña una y otra vez, detuvo su marcha; los buitres que torturaban a Prometeo desgarrando sus entrañas se posaron en el suelo y Tántalo, quien jamás podría saciar su hambre o su sed, rompió a llorar olvidando sus necesidades. Y los Señores del Infierno, Hades y Perséfone, quedaron conmovidos por la belleza del canto de Orfeo.
Así, decidieron devolver a la vida terrenal a Eurídice, con la condición de que ésta caminase detrás de Orfeo en el viaje de vuelta al mundo de los vivos, y que éste no Eurídice ante la laguna Estigia y Caronte, el barquero (imagen de Boris Vallejo) mirase atrás ni una sola vez hasta que no estuvieran en la superficie. Y ambos emprendieron la marcha.
El viaje fue difícil, lleno de penurias. Si la bajada al Hades había costado, el ascenso fue aún peor. Eurídice seguía herida y débil, y las sombras se cernían sobre ellos amenazadoras, el frío se colaba en sus huesos, los tropiezos eran cada vez más frecuentes. A punto ya de llegar a la salida, cuando los primeros rayos de luz traspasaron las sombras, Eurídice dejó escapar un suspiro aliviada, y Orfeo olvidó la orden de Hades y miró hacia atrás por un instante. Entonces su amada empezó a desvanecerse, pues la condición impuesta había sido violada, y aunque Orfeo se lanzó sobre ella en un abrazo que la retuviera, no fue más que aire lo que estrechó entre sus brazos.
Orfeo intentó entonces descender de nuevo al Hades, pero Caronte, el barquero de la laguna Estigia, le negó la entrada, y ambos apenas pudieron despedirse con una mirada a través de las aguas. Y aunque esperó Orfeo siete días con sus siete noches en el margen del lago, acabó viendo que era demasiado tarde para enmendar su error, y marchó a vagabundear por los desiertos, sin apenas probar bocado, acompañado sólo por su lira y su música.
Tiempo después, Orfeo tendría un triste final, y acabaría siendo descuartizado y los trozos de su cuerpo, divididos y esparcidos. Su cabeza les llegó a las Musas a la costa de Lesbos, navegando por el río, según se dice, aún moviéndose sus labios llamando a Eurídice, y fue allí donde las musas la recogieron y le dieron sepultura.
Aunque hay quien le da la paternidad a Eagro, rey de Tracia, muchos otros coinciden en que era hijo del mismo Apolo, fruto de una de sus aventuras con la musa Calíope. Esto explicaría sus tendencias artísticas desde la infancia, y su asociación Arpista, imagen de Mhuir con el sol, símbolo de su padre. También se cuenta que fue éste quien le regaló su primera lira, instrumento musical de siete cuerdas a las que Orfeo añadió dos más para que fueran nueve, como las musas.
Cuentan que cuando Orfeo tocaba no sólo los hombres, animales y dioses se quedaban embelesados escuchándole, sino que incluso la Madre Naturaleza detenía su fluir para disfrutar de sus notas, y que así, los ríos, plantas y hasta las rocas escuchaban a Orfeo y sentían la música en su interior, animando su esencia. Más de una vez este mágico don le ayudó en sus viajes, como cuando acompañó a los Argonautas y su canto pudo liberarles de las Sirenas, o pudo dormir al dragón guardián del vellocino de oro. Pero eso es otra historia y debe ser contada en otra ocasión...
Además de músico y poeta, Orfeo fue un viajero ansioso por conocer, por aprender... estuvo en Egipto y aprendió de sus sacerdotes los cultos a Isis y Osiris, y se empapó de distintas creencias y tradiciones. Fue un sabio de su tiempo.Con tantas cualidades, no era de extrañar que las mujeres le admiraran y que tuviera no pocas pretendientes. Eran muchas las que soñaban con yacer junto a él y ser despertadas con una dulce Ninfas danzando bajo la luna... melodía de su lira al amanecer. Muchas que querían compartir su sabiduría, su curiosidad, su vitalidad.
Pero sólo una de ellas llamó la atención de nuestro héroe, y no fue otra que Eurídice, quien seguramente no era tan atrevida como otras y puede que tampoco tan hermosa... pero el amor es así, caprichoso e inesperado, y desde que la vio, la imagen de su tierna sonrisa, de su mirada brillante y transparente, se repetían en la mente de Orfeo, que no dudó en casarse con ella. Zeus, reconociendo el valor que había demostrado en muchas de sus aventuras, le otorgó la mano de su ninfa, y vivieron juntos muy felices, disfrutando de un amor que se dice que fue único, tierno y apasionado como ninguno.
Pero no hay felicidad eterna, pues si la hubiera, acabaríamos olvidando la tristeza, y la felicidad perdería su sentido... y también en esta ocasión sobrevino la tragedia.
Quiso el destino que el pastor Aristeo quedara también prendado de Eurídice, y que un día en que ésta paseaba por sus campos, el pastor olvidara todo respeto atacándola para hacerla suya. Nuestra ninfa corrió para escaparse, con tan mala fortuna que en la carrera una serpiente venenosa mordió su pie, inoculándole el veneno y haciendo que cayera muerta sobre la hierba.
No hubo lágrimas suficientes para consolar el dolor de Orfeo, y una noche de las muchas que pasó en vela llorando a su amada, decidió que si hacía falta, descendería él mismo a los infiernos de Hades para reclamar a Eurídice. Fue un viaje duro, tuvo que enfrentarse al guardián de las puertas de los Infiernos, Kancerbero, quien a punto estuvo de atacar pero que finalmente respondió a la música de Orfeo como otros tantos animales habían hecho anteriormente. Así fue como nuestro músico se internó en el submundo, sin cesar de tocar y de cantar su tristeza.
Cuentan que el mismo Hades se detuvo a escucharle, que las torturas se interrumpieron, que todos encontraron un momento de paz en la visita de Orfeo. Sísifo, condenado a subir una piedra hasta la cumbre de la montaña una y otra vez, detuvo su marcha; los buitres que torturaban a Prometeo desgarrando sus entrañas se posaron en el suelo y Tántalo, quien jamás podría saciar su hambre o su sed, rompió a llorar olvidando sus necesidades. Y los Señores del Infierno, Hades y Perséfone, quedaron conmovidos por la belleza del canto de Orfeo.
Así, decidieron devolver a la vida terrenal a Eurídice, con la condición de que ésta caminase detrás de Orfeo en el viaje de vuelta al mundo de los vivos, y que éste no Eurídice ante la laguna Estigia y Caronte, el barquero (imagen de Boris Vallejo) mirase atrás ni una sola vez hasta que no estuvieran en la superficie. Y ambos emprendieron la marcha.
El viaje fue difícil, lleno de penurias. Si la bajada al Hades había costado, el ascenso fue aún peor. Eurídice seguía herida y débil, y las sombras se cernían sobre ellos amenazadoras, el frío se colaba en sus huesos, los tropiezos eran cada vez más frecuentes. A punto ya de llegar a la salida, cuando los primeros rayos de luz traspasaron las sombras, Eurídice dejó escapar un suspiro aliviada, y Orfeo olvidó la orden de Hades y miró hacia atrás por un instante. Entonces su amada empezó a desvanecerse, pues la condición impuesta había sido violada, y aunque Orfeo se lanzó sobre ella en un abrazo que la retuviera, no fue más que aire lo que estrechó entre sus brazos.
Orfeo intentó entonces descender de nuevo al Hades, pero Caronte, el barquero de la laguna Estigia, le negó la entrada, y ambos apenas pudieron despedirse con una mirada a través de las aguas. Y aunque esperó Orfeo siete días con sus siete noches en el margen del lago, acabó viendo que era demasiado tarde para enmendar su error, y marchó a vagabundear por los desiertos, sin apenas probar bocado, acompañado sólo por su lira y su música.
Tiempo después, Orfeo tendría un triste final, y acabaría siendo descuartizado y los trozos de su cuerpo, divididos y esparcidos. Su cabeza les llegó a las Musas a la costa de Lesbos, navegando por el río, según se dice, aún moviéndose sus labios llamando a Eurídice, y fue allí donde las musas la recogieron y le dieron sepultura.
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